¿Has hecho el Camino de Santiago? ¿Has dormido en albergues? ¿Has ido bien preparada?
Yo lo acabo de hacer, de Sarria a Santiago, 117,3 Km, la distancia mínima para conseguir la Compostelana. Marzo, temporada baja. Poca gente encontramos en camino. Bastante sol, y también lluvia. Albergues públicos. Mochila. Nos pasaron cosas. Anécdotas y cosas bonitas. Desconexión absoluta. Sensación de estar en otra vida, algo paralelo a lo que llamamos “vida normal”, la vida de oficina, la vida de ciudad.
Dormimos en albergues públicos, están limpios, hay buen ambiente, y son baratos. Muy recomendables para mi sorpresa. Empanadas recién hechas, de las gallegas de verdad, las que llaman de pan. Comer en bares de aldeas, el dueño te atiende, la dueña cocina, o viceversa, con productos de su huerta. Tartas de Santiago. Marisco. Vino, pude conocer en mayor profundidad el Godello, esa maravilla que hacen los gallegos. Un hombre nos para y en 5 minutos rezamos con él, varios Ave Maria y algún Padre nuestro, antes de irnos nos da su bendición. Aunque con el tiempo me he denominado agnóstica, este momento me emocionó y me dio paz, es difícil de describir. Esa llegada a Santiago. Los 62 Bares de la Calle Franco. Zamburiñas...
Suena romántico... claro, pero cuando haces una actividad como ésta es importante ir bien preparada. No como yo. Os cuento cosas que nunca os recomendaría en esta experiencia, ¡atención!
1. Llevar pocos calcetines y que sean blancos.
Me llevé solo 3 pares de calcetines, y blancos, fulminados la primera tarde, pues llovió y voluntariamente metí 2 veces los pies en el barro y en un charco. “Charco que veía charco que me metía” – decía mi chico. - Aunque lavé los calcetines, no conseguí que volvieran a ser blancos. Eso sí, la vaselina no faltaba. Él tuvo que dejarme calcetines suyos. Llévate mínimo 6 pares , peregrina, que sean oscuros y de algodón.
2. No llevar saco de dormir porque tus amigos solo te han hablado de vaselina y tú no has investigado bien.
Hay que ser lumbreras para no llevar saco de dormir, nadie nos lo dijo, no lo pensamos, ni lo investigamos. Por suerte los albergues tienen calefacción. Pero no mantas y solo una sábana bajera de usar y tirar. ¿Cómo lo solucionamos? Tapándonos con el poncho de la lluvia que es de plástico. Creedme cuando digo que el poliéster no transpira porque es plástico, y por tanto mantiene el calor.
3. No estirar antes de salir solo puede dar lugar a lesiones.
Empezamos bien el camino, buen ritmo, yo estaba más en forma de lo que pensaba, estaba contenta. Pero no estiré antes de salir a caminar. 14 Km – 27 km – 23 km, y peté. Tendones de la tibia inflamados y con afectación al nervio en el pie izquierdo. Pues os podéis imaginar. Tuve que estar toda esa tarde en cama, con hielo, el pie en alto, y muerta de rabia. Con una crema, ibuprofeno y unos estiramientos específicos, conseguí acabar las otras 3 etapas, ahora ya, más despacito. ¡Estirad xiquetes estirad mucho si vais al camino de Santiago!
4. Llevar zapatillas que no sean impermeables.
Como no es que sea yo precisamente una montañera, y mis amigas me habían dicho que ellas lo hicieron con zapatillas de deporte, en verano. Pues yo, amén con ello. Pero claro… cuando llueve en marzo, llueve bien. Y además si hace viento, llueve en diagonal. El cuarto día fue glorioso, lesionada, y 10 Km con los pies mojados y llenos de barro (por dentro de las zapatillas). ¡Una oficinista como yo! Eso sí, en los albergues las lavas, y en las estufas se secan rápido. Ah! llévate bolsas de plástico para ponértelas encima de los calcetines, que tus pies lo agradecerán si llueve mucho.
5. Que la mitad del peso de tu mochila sea la bolsa de aseo.
No necesitas maquillaje – probablemente llueva y se te vaya todo al traste -, ni cepillo redondo para el flequillo – porque no hay secadores – ni el doble o el triple de champú y gel del necesario, ni el bote entero de vaselina. Calcula bien o morirás en el intento. Porque puede pasar... que tengas que llevarlo en la mano para aligerar peso... y en un descuido vaya todo a mitad de la carretera, tu novio te haga un vídeo para la historia y los coches tengan que parar.
6. Llevar ropa interior de poliéster o incómoda.
Son muchos kilómetros caminando seguidos. Puede que te haga calor en verano, sudarás. O condiciones adversas en invierno. Si no llevas un sujetador que no apriete, que transpire, que no de calor, añadirás un puntito de sufrimiento innecesario a tu experiencia. Yo por suerte, llevé conmigo El sujetador de Algodón Orgánico de Udhara. Solo uno. No molesta. No huele. No se ensucia. No deja marcas. Y por supuesto las braguitas, suaves, transpirables. Perfectas!
¡Este error no lo cometiii!! Siendo Udhara founder no podría ser.
En resumen, el Camino de Santiago es una experiencia para vivirla, única. Desde mi punto de vista os recomiendo estar en forma, estirar mucho antes de salir y al acabar, llevar saco de dormir, muchos calcetines, oscuros y de algodón, y los líquidos justos e imprescindibles. ¡Y ropa interior cómoda!
¡Buen Camino Peregrina!